En los baños de una discoteca

Fecha: 11 de julio del 2010

Lugar: Benidorm, Alicante

Desde hace unos años, Lucas y sus amigos aprovechan el verano para irse de vacaciones juntos y ver si, saliendo de su territorio conocido, pillan cacho. Con esa intención aprovechan el verano de 2010 para irse a Benidorm, ya que les han comentado que, durante los meses calurosos, es un buen destino para quien busca sol y fiesta. Además, este verano coincide con el Mundial de Fútbol, y en esta localidad alicantina suelen juntarse turistas de varias nacionalidades, por lo que puede ser un destino idea para divertirse y «conocer mundo».

Lo que ellos no se imaginaban es que España llegaría a la final (¿quién podía imaginar algo así?) así que el día 11 de julio se preparan con sus mejores galas, es decir, sus camisetas rojas de la Selección Española, y se sientan en el bar más cercano para compartir los próximos 90 minutos de emoción, acompañado de una cerveza tras otra. Y a los 116 minutos de juego se desata la alegría y los amigos deciden celebrarlo acudiendo a la conocida como zona guiri de la localidad.

Tras varias horas de fiesta, y unas cuantas copas de más, los ojos de Lucas se quedan fijos en una belleza rubia que, increíblemente, también se fija en él. Tras unos minutos de tonteo y miraditas, Lucas convence a un amigo que le ayuda en la técnica de ligue conocida como «¿Cónoces a Ted?», correctamente modificada con el nombre de Lucas, claro.

Lucas y la belleza rubia, que responde al nombre de Mery comienzan a hablar, y para la octava vez que en el bar suena el Waka-Waka de Shakira, ellos ya están con su waka-waka particular en los baños de la discoteca.

Lo que los expertos opinan…

Mike Noel, camarero en la zona guiri de Benidorm durante 3 veranos:

«En torno a las 3 de la madrugada, aunque a veces podemos verlo antes, se juntan las cervezas y los combinados, y el alcohol hace su efecto. Eso, unido a la euforia del español por la victoria de su país en el Mundial de fútbol y los ritmos latinos del himno Waka-Waka explican lo acaecido la noche del 11 al 12 de julio.

Incluso aunque era la octava vez que la canción sonaba, y el alcohol afectaba considerablemente a la psicomotricidad de los allí presentes, el roce al que invita la música propició el encuentro. No puedo asegurar si Lucas y Mery se plantearon otros escenarios posibles pero, lo que sí es cierto es que, si buscaban una zona de intimidad, los baños de la discoteca eran los más próximos».

Lo que está claro es que los baños eran uno de los mejores escenarios posibles para Lucas y Mery… y su urgencia.

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