Cómo saber si es sólo un rollo pasajero o algo más

Esto es como lo de las películas de Antena 3: basado en hechos reales. A ver, pongámonos en situación. Chico conoce a chica. O chica conoce a chica. O chico conoce a chico. O… bueno, ya sabéis, que aquí no somos de etiquetar, dejémoslo en alguien conoce a alguien.

La cosa fluye, hay una atracción clara entre los dos y… empezáis a quedar. Una cosa lleva a la otra y al final, y de la forma más natural, la cosa acaba con algún encuentro esporádico que, poco a poco, se vuelven comunes. Y uno de los dos empieza a pensar que quizás hay algo más. ¿Te suena?

 

 

 

No disimules ni lo niegues. Estamos seguros de que sí, que para algo has entrado en este artículo (y tranquilos, no hace falta que digáis que es para un amigo). Aquí comienzan las dudas, ¿lo vuestro es algo esporádico o algo más? Es decir, sí, en la cama os lo pasáis de vicio pero empiezas a dudar si los ojos con los que lo miras son sólo resultado de lo bien que te lo hace pasar o en realidad hay algún sentimiento más (y sí, estás empezando a entrar en pánico e hiperventilar).

De momento relax. Los expertos dicen que, tras una relación sexual, nuestro cerebro nos engaña. La liberación de determinadas hormonas y químicos que se producen tras el sexo hacen que la mente cree un vínculo con esa otra persona. Aunque pueda parecer que nuestro cerebro está jugándonosla, en realidad se trata de un sistema orientado a la procreación de la especie (que se ve que nuestro cerebro se ha enterado de que la natalidad en nuestro país va fatal), y nos crea un sentimiento hacia esa otra persona por si fuese necesario cuidar y proteger al fruto de esa relación. Un niño, vaya.

Sí, así es nuestro cerebro. Previsor. Él ya se prepara obviando del todo cualquier tipo de precaución que hayamos podido tener. haciendo que te creas «colgado» de tu lío cuando en realidad sólo hay una conexión sexual.

Básicamente la culpa la tienen la dopamina y la oxitocina que se liberan durante las relaciones sexuales. La primera es la que se encarga del placer, pero también la del amor. La segunda se relaciona con la excitación sexual, la atracción y el deseo. Y en este baile de hormonas nace tu confusión: una hace que que quieras repetir las experiencias sexuales, las otras te hacen creen que hay un vínculo más fuerte y el resultado es un lío mental del que no sabes salir.

Cómo saber si es sólo sexo o se trata de amor

Lo primero que hacemos muchos es agobiarnos y poner distancia de por medio. ¡ERROR!

Con la distancia lo más normal es que empecemos a echar de menos a la otra persona y lo que hacíamos con ella y empieza la abstinencia. Sí, tal cual, como con las drogas. Los expertos han comprobado como tras unos días sin sexo se produce una ansiedad similar a la de un drogadicto con síndrome de abstinencia y es que, aunque no haya amor, es normal sentir un vacío cuando dejamos de ver a la otra persona.

Para saber lo que hay realmente entre vosotros lo esencial es la comunicación. Ésta debe ser lo suficientemente abierta como para poder hablar de esto (si lo llaman follamigo es que, además de acostaros, debéis ser amigos también, y eso implica comunicación y confianza, chatos). Ver cómo interactuáis (dentro y fuera de la cama), saber qué tipo de relación os gustaría tener y sobre todo, conocer mejor a la otra persona, te ayudará a saber si de verdad hay sentimiento s de por medio o lo vuestro es sólo sexual.

Y sea lo que sea, recuerda que es igual de difícil enamorarte de alguien que encontrar a esa persona con la que conectas sexualmente así que… ¡disfruta!

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