Todavía no has probado ninguno, pero quieres y lo sabes. No es nada que debas esconder del resto del mundo, pero es inevitable que aún oigamos a personas juzgar el uso de estos juguetes. No siempre evolucionamos al mismo ritmo.
A pesar de todo, no dejes que te digan que eso es de obsesas del sexo, ninfómanas o solteronas. Desde luego que si es lo que piensas es que no sabes nada de estos grandes amigos del disfrute.
Por ello, vamos a eliminar algunos mitos y a aconsejarte juguetes que son perfectos para quienes todavía no los han probado. Una vez que ya tengas tu colección en la mesita de noche, puedes añadir otros dildos más potentes, arneses de todo tipo o algún juego de bondage.
Por el momento… vamos poco a poco si la dicha es buena 😉
Mito 1. Los juguetes no son para parejas (heterosexuales)
Una de las grandes ventajas de los juguetes es precisamente que puedes compartirlos en la cama. Puedes jugar con un consolador tú sola o en pareja.
Es cierto que hay algunos que se recomiendan especialmente para hombres, otros para mujeres y algunos para parejas. De hecho, también existen arneses especiales para parejas lesbianas o anillos con vibración para parejas heterosexuales e, incluso en esos casos, se han probado posturas y juegos que los hacen recomendables para todos.
Un juguete interesante para parejas son los anillos con vibración que comentábamos. Se introducen en el pene hasta la base y la bala vibradora que incorpora hace que, durante la penetración, el clítoris se vea estimulado a su vez. Algunos puedes girarlos y utilizarlos también para penetración anal.
Mito 2. Sólo alcanzas el orgasmo con un pene
Falso y más que falso. Si algo han conseguido las marcas especializadas en la fabricación de dildos y demás juguetes eróticos es potenciar el orgasmo femenino (sí también el masculino). Sus formas y tamaños se amoldan al interior de la mujer para ofrecer la satisfacción plena estimulando a la vez clítoris y punto G. ¡Llega donde su pene no llegará nunca! 😉
Si no sabes muy bien qué tipo de consolador se amoldaría mejor a ti, lo mejor es que lo preguntes en un sexshop. Los encargados de la tienda conocerán todas las posibilidades que existen y, si te da corte acudir a una tienda física, hay sexshops online con chats en vivo que te aconsejarán sin problema.
Para empezar puedes pedir balas o huevos vibradores como el que ves a continuación que son de pequeño tamaño y puedes empezar por estimular la parte exterior de la vagina e ir introduciéndolo poco a poco. Con el mando controlas la velocidad y es perfecto para jugar en pareja también.
Mito 3. Lo mejor es lo más grande
No por grande es más recomendable. Quédate con esto porque hay cientos de compradores que escogen sus vibradores por su gran tamaño y cuando llega a casa no tienen muy claro cómo hacer que entre ese gigante.
Sobre todo si nunca has utilizado un juguete sexual antes, lo mejor es que no te pases con la medida y vayas poco a poco. Un buen lubricante (siempre de base agua para no estropear los juguetes) y estimulación externa previa serán tus mejores aliados.
Estos consejos no son sólo para los consoladores de penetración vaginal, también para los anales. Por ejemplo, el que ves a continuación es un plug de tipo principiante porque no es excesivamente ancho (sólo 2 cm de diámetro) y asegura una experiencia más cómoda para las primeras veces.
Mito 4. Todos los juguetes sexuales son iguales
Creo que ya te lo hemos mostrado, pero por las dudas te comento que hay miles y miles de juguetes diferentes con utilidades diversas. Algunos son de diseños más realistas porque puedes sentirte más cómoda, pero también hay algunos de diseños provocadores que atraen más a la vista y al resto de sentidos. Tú escoges. Lo importante es que no te genere rechazo.
En ese sentido, una opción es escoger algún pack con diferentes modelos para ir probando lo que te guste. También puedes escoger diferentes medidas e ir descubriendo sensaciones que van en aumento.
Pipedream por ejemplo cuenta con un kit de bolas anales que se han escogido especialmente para los principiantes. ¿Te animas a probarlo?
Ya hemos desenmascarado algunos mitos de los juguetes sexuales, pero es cosa tuya si decides acabar con tus propios prejuicios o seguir en la edad de piedra (el primer consolador data de entonces…).